Parque Natural de Despeñaperros



Lo que se conoce como Despeñaperros es un desfiladero que se formó como consecuencia de la erosión producida por las aguas del río del mismo nombre sobre los materiales de Sierra Morena. 

Situado en el municipio de Santa Elena, al norte de la provincia de Jaén(España), que está declarado Parque natural por la Junta de Andalucía en una extensión de 7.649 ha, fundamentalmente por sus valoresgeológicos y paisajísticos, pero que también posee una destacable flora y fauna.

Esta erosión junto a la de los elementos atmosféricos dio lugar a unas impresionantes formaciones rocosas que bordean el río, constituyendo un paisaje de enorme belleza en el que, a la estrechez del desfiladero, se une la existencia de estratos rocosos casi verticales, como ocurre en el enclave conocido por "Los Órganos" y paredones de gran altura, como en la zona conocida por "El Salto del Fraile"

Este desfiladero constituye, además el único paso natural de acceso a Andalucía desde la meseta castellano-manchega, circunstancia ésta que  fue aprovechada para construir a través del mismo la carretera N-IV, actual autovía de Andalucía, y la línea de ferrocarril Manzanares-Córdoba.


Sin embargo, Despeñaperros no es solo un maravilloso paso montañoso: este desfiladero, que ha dado nombre al primer Espacio Natural Protegido con el que se encuentra el viajero que entra en Andalucía, no es más que un pequeño retazo de este Parque Natural que con tan solo 7.717 Has. presenta una riqueza faunística, botánica y paisajística excepcional.

La belleza paisajística de Despeñaperros se debe a una geomorfología de lomas no muy altas separadas por barrancos poco profundos pero abruptos en los que afloran farallones cuarcíticos, así como a las interesantes comunidades de vegetación que, sobre todo en primavera y otoño, prestan sus colores al paisaje dándole tonalidades verdes, marrones, rojas o amarillas. 

El Collado de la Estrella o el de los Jardines son miradores excepcionales desde los que puede obtenerse una inmejorable vista de casi todo el Parque.


Historia


Un aspecto a destacar del Parque Natural de Despeñaperros es su patrimonio histórico-cultural, ya que en él se conservan huellas del paso del hombre por estas tierras. Despeñaperros estuvo habitado ya en el Neolítico como lo atestiguan las pinturas rupestres de tipo esquemático existentes en los abrigos de Los Órganos y La Cueva de los Muñecos así como las figurillas o exvotos (que en estos lugares se conocen como muñecos) encontrados en los alrededores de este último.

Posteriormente los romanos construyeron una calzada, de la que se conservan aún restos y que se conoce como "El Empedraillo", para unir las minas de galena del El Centenillo y Cástulo con la meseta. Más tarde, esta calzada romana fue aprovechada por las huestes de Alfonso VIII, guiadas por el pastor Martín Halaja, para sorprender y derrotar a las tropas almohades de Al-Nasir en la Batalla de las Navas de Tolosa, batalla que tuvo lugar en estas tierras allá por 1212; muestras de la estancia de los árabes en estas tierras lo constituyen las ruinas del Molino del Batán o las del Castillo de Castro Ferraz.

Sobre esa misma calzada se construyó el Camino Real que unía Sevilla con Madrid en tiempos de Carlos III, siendo este Rey el que mandó colonizar todas estas sierras para proteger el camino de los bandoleros, como el famoso Jose María El Tempranillo (existe una cueva en el cerro de Los Órganos en la que, según se cuenta, estuvo escondido este bandolero), que asaltaban las caravanas; esta empresa estuvo a cargo de Pedro Pablo de Olavide y en ella se fundaron todas las poblaciones de la zona como Santa Elena, Miranda del Rey, La Carolina, Aldeaquemada, etc. existiendo en todas ellas edificios que datan de aquella época.


Flora


El Parque Natural de Despeñaperros presenta una 
interesante variedad de vegetación como consecuencia de las especiales condiciones de clima, suelo, altitud y, sobre todo, acción humana, que ha hecho que a las formaciones autóctonas de encinares, alcornocales o robledales se unan repoblaciones de coníferas, que en los márgenes de la N-IV constituyen un verdadero jardín botánico. Buenas representaciones de la vegetación propia de estas sierras las encontramos en el Barranco de Navavaca, donde existe una pequeña masa de robledal relíctico, o en las caras de orientación Norte del Barranco de 

Valdeazores y del monte Collado de los Jardines, donde existe una representación única de bosque mediterráneo húmedo en el que se mezclan quejigos, alcornoques, robles, acebos, etc. 
El carácter particular del suelo y la existencia de un clima más continentalizado que en el resto de Sierra Morena hace que la flora de Despeñaperros presente un carácter particular que se traduce en la presencia de un buen número de plantas endémicas entre las que destacan la Centaurea citricolor y el Dianthus crassipens.

Fauna
En estos ecosistemas se encuentra una amplia 

representación faunística, destacando entre los vertebrados 
mamíferos como el Lobo (este espacio natural se encuentra dentro de la única zona lobera de Andalucía),
Lince, Gato montés, Nutria o Meloncillo, amén del Ciervo y Jabalí, especies cinegéticas por excelencia; rapaces como el Águila
 imperial (la reina de las águilas ibéricas), Águilas real y perdicera, Azor o Búho Real así como un sinfín de pájaros, que pueden verse y escucharse con solo adentrarse un poco en el monte y permanecer en silencio, pueblan estos parajes; 
entre los invertebrados destaca el Cangrejo de río europeo que encuentra aquí uno de sus últimos reductos.




Lugares de Interes


Cueva de las vacas de Rematoso
Cuenta la leyenda que en la cueva Mayor pernoctaba Jose María “El Tempranillo” cuando, procedente de Ronda, se acercaba a Sierra Morena. Mientras esperaba para atracar a las diligencias a su paso por Despeñaperros, probablemente, no le diera ninguna importancia a las pinturas, de más de tres mil años de antigüedad, que lo rodeaban por todas partes de éste idílico paisaje. 
Más o menos lo mismo que en la actualidad.


Las cuevas de “las vacas del Retamoso” surgen en un terreno abrupto frente a la Cueva de los Muñecos y a los “Órganos” separados, de ambos, por la cicatriz del río Despeñaperros, la vía férrea y la Autovía A4-E5.

Desde una impresionante altura con paredes casi verticales, en forma de tubos gigantescos, las águilas reales y los buitres leonados vislumbran a los ciervos y jabalíes. 

El conjunto está formado por una cueva amplia y otras muy pequeñas junto a abrigos y simples oquedades en la montaña, pintadas por la mano de hombres del Neolítico.
Estas y otras muchas pinturas esquemáticas, situadas entre los términos de La Carolina, Santa Elena, Aldeaquemada y Castellar, muestran figuras que nos recuerdan ciervos, manos, círculos en espiral -soles diríamos-, brujos, objetos cotidianos -peines, horquillas, vasijas antropomórficas…-, líneas verticales cruzadas por horizontales e inclinadas y puntos de color rojo –degradados desde el claro hasta el oscuro casi marrón-, adornan las paredes de este singular paisaje.El “Tempranillo” y su banda tiznaron las cuevas con el humo de sus hogueras. Los actuales “bandoleros” escriben sus nombres con pintura acrílica o los graban, a punta de navaja, sobre las pinturas milenarias.

Urge que los responsables del Parque de Despeñaperros salven estas extraordinarias reliquias del pasado.





Paraje Natural Cascada de la Cimbarra
Situada en el límite municipal de la población jienense de Aldeaquemada, la bella y singular Cascada de la Cimbarra es uno de los mayores espectáculos paisajísticos de Sierra Morena. 

Protegida por la Junta de Andalucía como Paraje Natural, este pequeño espacio de 534 Hectáreas alberga un dédalo acuático donde destacan tres hermosas cascadas, el Cimbarrillo, en el arroyo de Martín Perez, el Charco del Negrillo, en el río Guarrizas, y la espectacular caída de 40 metros de la Cimbarra.


La cascada (cimbarra significa aquí salto de agua), producida por una falla transversal en el cauce del río Guarrizas, supone una auténtica sorpresa para los escasos visitantes que se atreven a transitar por estos solitarios parajes serranos, antiguo refugio de bandoleros, y hoy en día auténtico reservorio de los mejores valores naturales del monte mediterráneo. 
Así, al interés paisajístico de todo el paraje (una verdadera delicia en primavera), se une una flora y fauna única que merece la pena experimentar.


La vegetación se distingue por su carácter heterogéneo, con bosques mixtos de encinas, alcornoques, madroños, perales, labiérnagos, etc. y magníficos ejemplos de bosque de ribera donde podemos encontrar fresnos, alisos, almeces, adelfas y zarzas. 
En las laderas y orillas podemos encontrar un extraordinario elenco de flora mediterránea como la jara, el cantueso, la estepa blanca, el romero, tamujo, etc., e incluso buenos ejemplos de flora rupícola como los helechos o las doradillas. 

A este bello marco vegetal se le une una rica y variada fauna, donde destacan Ciervos, Zorros y Ginetas entre los mamíferos, y algunas de las más representativas rapaces ibéricas, como el Águila Imperial, el Águila Azor-Perdicera, el Buitre Leonado o el Búho Real. 
Entre las pequeñas aves que acompañarán nuestro recorrido por los senderos acuáticos del paraje tenemos las más coloridas y bellas de España, como la amarilla Oropéndola y el azulado Roquero Solitario, los pequeños y vivaces Carboneros y Herrerillos, y las saltarinas Lavanderas.

Un capítulo aparte de este paraje es su valioso patrimonio cultural, constituido por una importante representación del arte rupestre esquemático levantino. 
Dentro del espacio natural y en el más amplio del P.Nt. de Despeñaperros, se encuentran magníficas representaciones rupestres del Neolítico, las cuales han merecido por parte de la UNESCO su declaración como Patrimonio de la Humanidad.

Como toda Sierra Morena, el paraje natural de la cascada de la Cimbarra es un auténtico hervidero de vida salvaje. Lo 



 en pocos años la zona de influencia del río Guarrizas, de cuyas aguas se nutre la Cascada de la Cimbarra, se convertirá en la zona de dispersión más importante del Lince Ibérico en España, un espacio del que no hace mucho formó parte y al que esperamos regrese de nuevo.


La cascada de la Cimbarra debe su origen a una falla transversal por donde rompe, sobre las paredes de cuarcita de Sierra Morena, el curso tortuoso del río Guarrizas. 

Cuarenta metros de caída sobre una hermosa laguna que le ha valido el sobrenombre de “la Perla de Sierra Morena”.




“La Cueva de los Muñecos” : Santuario Ibérico del Collado de los Jardines
Existe en Santa Elena (Jaén) un lugar por todos los vecinos conocido como La Cueva de los Muñecos, llamado así por la cantidad de exvotos (figurillas de bronce) halladas en la zona. Se trata del Santuario Ibérico situado en el Collado de los Jardines localizado en la carretera A-6200 que parte desde la autovía A4 en Despeñaperros hacía la localidad vecina de Aldeaquemada.

Este Santuario de la época Ibera, junto con otro situado también en Jaén, en la localidad de Castellar de Santisteban son muy importantes y han proporcionado el mayor número de exvotos de bronce, piezas importantes no sólo para conocer el trabajo de este metal en el mundo ibérico, sino para solucionar otros muchos problemas relacionados con los fieles que se acercaron a la divinidad en estos lugares de culto, tales como el tipo de religiosidad, las formas de la indumentaria, las joyas, armas, el tipo de peinado, etc. ...

Del Collado de los Jardines han salido mas de 2.500 exvotos, y de Castellar más de 2.000. La casi totalidad de estos objetos se guardan en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid. La técnica de fundición de estos “muñecos” era la llamada a cera perdida, que es la manera corriente de fabricarse los bronces votivos en la Hispania Antigua. Fueron descubiertos estos santuarios en el siglo XX por; J. Calvo y J. Cabré que excavaron el santuario del Collado de los Jardines y R. Lantier el de Castellar de Santisteban.

En la parte superior del barranco se halló el lote de exvotos mayor, colocados en una escombrera; otros se recogieron depositados entre las grietas de las rocas. La zona debió sufrir una transformación en fecha no precisada, pues hay vestigios de dos edificaciones diversas; para la segunda se aprovecharían los materiales de construcción de la primera, destruida tal vez durante las campañas de Aníbal, o en las primeras guerras de la ocupación de Roma. También durante los años 70 y principios de los 80 sufrió continuos expolios que destruyeron gran parte de los restos de sus estructuras.

Los exvotos (muñecos) de este Santuario del Collado de los Jardines son de lo mas variado, en ellos están representados fieles de todas clases: mujeres, varones, guerreros, etc. Las damas adoptan una actitud de ofrenda o de súplica, o posturas indiferentes. Las primeras visten túnica larga y ceñida que llega hasta los pies, que van descalzos. 

El vestido lleva generalmente escote triangular y manga corta. Algunas sostienen el vestido con tirantes fusiformes, cruzados en el pecho y en la espalda. El cabello va descubierto y algunas damas le llevan recogido en trenzas que descienden por el pecho. Los brazos se encuentran doblados delante del cuerpo, con las palmas de las manos abiertas. En las que tienen una actitud oferente no se puede precisar bien de qué clase de ofrenda se trata; probablemente eran frutos naturales.

Las últimas investigaciones se basaron en la documentación de un poblamiento histórico en el “Cerro del Castillo” situado por encima del Santuario, con el consecuente registro de materiales y la documentación de ‘unidades de trabajo’ como una vía romana, una muralla y el entorno del solar que ocupaba la necrópolis ibérica.

La Cueva de los Muñecos está enclavada en uno de los parajes más abruptos de Sierra Morena, en el interior del Parque Natural Despeñaperros, término municipal de Santa Elena, dentro de un barranco, empotrado entre colosales bloques de piedra, en los que hay excavadas varias cuevas, la mayor de las cuales, de unos 50 metros de profundidad, 

formaba probablemente el límite del recinto sagrado. Dentro de esta cueva en la actualidad hay un manantial de agua que probablemente debió existir ya en la antigüedad. 
En la zona existe hoy por hoy un Centro de Interpretación del Patrimonio Histórico y Cultural del Parque Natural de Despeñaperros, así como un sendero de uso público que conduce al Santuario y a un mirador en el llamado Cerro del Castillo.




Municipios


Santa Elena


Bonita localidad serrana situada al comienzo del Paso del Despeñaperros, al norte de la provincia. Su término constituye el Parque Natural de Despeñaperros, espacio que ofrece una abundante vegetación de pinos, encinas, alcornoques, robles y jaras; además de una gran riqueza fauní­stica y de unos paisajes impresionantes, como el lugar conocido como Los Órganos.


Desde el punto de vista cultural su interés se centra en las importantes pinturas rupestres que se hallan en las Cuevas de los Muñecos.

En el casco urbano se encuentra la Iglesia Parroquial de Santa Elena.




Actividades

En cuanto a las actividades que pueden 
realizarse, la más recomendable es el senderismo, existiendo multitud de caminos que permiten acceder a los lugares más interesantes del Parque, si bien un itinerario que merece ser realizado es el del Camino Real, que, comenzando cerca de Miranda del Rey y finalizando en la Aldea de Magaña, atraviesa el Parque de Sur a Norte y recorre algunas de las formaciones vegetales más representativas permitiendo a la vez conocer algunos de los restos más importantes.

Los principales problemas a los que se enfrenta el Parque son la acumulación de basuras, sobre todo a lo largo de la N-IV; los incendios forestales, no hay que olvidar que nos encontramos en una de las zonas de mayor peligrosidad en este aspecto; el indiscriminado aumento de visitantes, que si 
no es controlado puede dar lugar a un grave deterioro de la vegetación y el paisaje y, sobre todo, con el peligro que supone el proyecto de trazado por parte del Ministerio de Fomento de un nuevo tramo de autovía entre venta de Cárdenas y Santa Elena, trazado que supondría un enorme impacto paisajístico en la zona del desfiladero y que destrozaría lo que hasta hoy ha sido un símbolo no sólo para Jaén sino para Andalucía.