Parajes, Reservas y Monumentos Naturales

Los tres parajes naturales de la provincia giran en torno al agua de los ríos Guadalquivir y Guarrizas, siendo espacios únicos para disfrutar con el vuelo de interesantes especies de aves acuáticas..

Paraje Natural Cascada de la Cimbarra


Situada en el límite municipal de la población jienense de Aldeaquemada, la bella y singular Cascada de la Cimbarra es uno de los mayores espectáculos paisajísticos de Sierra Morena. 

Protegida por la Junta de Andalucía como Paraje Natural, este pequeño espacio de 534 Hectáreas alberga un dédalo acuático donde destacan tres hermosas cascadas, el Cimbarrillo, en el arroyo de Martín Perez, el Charco del Negrillo, en el río Guarrizas, y la espectacular caída de 40 metros de la Cimbarra.


La cascada (cimbarra significa aquí salto de agua), producida por una falla transversal en el cauce del río Guarrizas, supone una auténtica sorpresa para los escasos visitantes que se atreven a transitar por estos solitarios parajes serranos, antiguo refugio de bandoleros, y hoy en día auténtico reservorio de los mejores valores naturales del monte mediterráneo. 
Así, al interés paisajístico de todo el paraje (una verdadera delicia en primavera), se une una flora y fauna única que merece la pena experimentar.


La vegetación se distingue por su carácter heterogéneo, con bosques mixtos de encinas, alcornoques, madroños, perales, labiérnagos, etc. y magníficos ejemplos de bosque de ribera donde podemos encontrar fresnos, alisos, almeces, adelfas y zarzas. 
En las laderas y orillas podemos encontrar un extraordinario elenco de flora mediterránea como la jara, el cantueso, la estepa blanca, el romero, tamujo, etc., e incluso buenos ejemplos de flora rupícola como los helechos o las doradillas. 

A este bello marco vegetal se le une una rica y variada fauna, donde destacan Ciervos, Zorros y Ginetas entre los mamíferos, y algunas de las más representativas rapaces ibéricas, como el Águila Imperial, el Águila Azor-Perdicera, el Buitre Leonado o el Búho Real. 
Entre las pequeñas aves que acompañarán nuestro recorrido por los senderos acuáticos del paraje tenemos las más coloridas y bellas de España, como la amarilla Oropéndola y el azulado Roquero Solitario, los pequeños y vivaces Carboneros y Herrerillos, y las saltarinas Lavanderas.

Un capítulo aparte de este paraje es su valioso patrimonio cultural, constituido por una importante representación del arte rupestre esquemático levantino. 
Dentro del espacio natural y en el más amplio del P.Nt. de Despeñaperros, se encuentran magníficas representaciones rupestres del Neolítico, las cuales han merecido por parte de la UNESCO su declaración como Patrimonio de la Humanidad.

Como toda Sierra Morena, el paraje natural de la cascada de la Cimbarra es un auténtico hervidero de vida salvaje. Lo 



 en pocos años la zona de influencia del río Guarrizas, de cuyas aguas se nutre la Cascada de la Cimbarra, se convertirá en la zona de dispersión más importante del Lince Ibérico en España, un espacio del que no hace mucho formó parte y al que esperamos regrese de nuevo.


La cascada de la Cimbarra debe su origen a una falla transversal por donde rompe, sobre las paredes de cuarcita de Sierra Morena, el curso tortuoso del río Guarrizas. 

Cuarenta metros de caída sobre una hermosa laguna que le ha valido el sobrenombre de “la Perla de Sierra Morena”.



Paraje Natural Laguna Grande

Es un Paraje Natural, INP (Espacio de interés Protegido) y LIC (Lugar de Interés comunitario), declarado Bien de Interés Cultural, categoría Monumento (junto a la colindante Hacienda La Laguna, a la que perteneció), y localizado en pleno Valle del Guadalquivir, al suroeste de Baeza, concretamente a 8 km de Jaén, España.

El paraje, de elevado valor ecológico por su alto grado de conservación, posee una superficie de 206 ha, en las que se incluye la mayor laguna de agua dulce de la provincia, cabiendo citar la existencia de un perímetro de protección de 500 m.
 La laguna presenta una formación de origen antrópico, es decir, consecuencia de antiguas y pasadas actividades humanas, principalmente relacionadas con la agricultura y el riego deolivares. 
Está situada a 380 m.s.n, sobre depósitos de terraza fluvial. Formada sobre un sustrato de arcillas rojas cuaternarias con cantos rodadosy costras calcáreas. 
La alimentación de esta laguna viene del río Torres.

Sus aguas fueron aprovechadas para el riego, pero en la actualidad no presenta uso agrícola aunque sigue usándose como almacén de agua. El agua del humedal presenta, según estudios realizados por la Consejería de Medio Ambiente entre el año 2000 y 2004, concentraciones subsalinas a lo largo de todo el ciclo anual, apuntando unos valores de salinidad que oscilan aproximadamente, entre 0,5 g/l y 1 g/l.1 No obstante, la asociación de la laguna a los aportes artificiales de agua, hace que las mermas y aumentos de dicho nivel del agua, varíen demasiado la mineralización como para establecer un patrón estacional conciso en la evolución hidroquímica de este sistema hídrico.

La laguna está rodeada de olivares, y en menor medida por encinas, álamos blancos, fresnos, tarays, y de forma aislada alguna acacia. 


En cuanto al humedal, presenta vegetación típica palustre de carrizo, espadaña (enea), y junco.

Entre su fauna destacable se encuentran:


Aves acuáticas como la polla de agua (nidificante en Laguna Grande), la cerceta común, el pato cuchara, el ánade real, el ánade friso, el zumpullín chico y el porrón común.

Aves no acuáticas como el pájaro moscón, la cigüeña, el chorlitejo chico, carbonero común, curruca capirotada, curruca cabecinegra, mirlo común, pinzón vulgar, cernícalo común, ratonero común, águila calzada y aguilucho lagunero.


También podremos encontrar mamíferos como jinetas, tejones, ciervos, jabalíes y conejos.


En cuanto a anfibios, destacan el gallipato, la ranita meridional, la ranita de San Antón, la rana común y el sapo común.



Paraje Natural Alto Guadalquivir

El Paraje Natural Alto Guadalquivir, está situado a lomos del río Guadalquivir, en los términos municipales de Cazorla, Jódar, Úbeda, Peal de Becerro y Torreperogil, en la provincia de Jaén (España).

Tiene una superficie de 663 hectáreas y está formado por los embalses de:
Puente de la Cerrada (122 ha), y,
Doña Aldonza con la resurgida Laguna de La Herradura (301 ha)
Pedro Marín (240 ha) con Las Tablas de Pedro Marín .

Estos embalses y zonas pantanosas se encuentran al sur de los cerros de Úbeda y fueron creados en los años 50 para la contención y explotación eléctrica de las aguas del Guadalquivir.

Éste paraje natural fue declarado Espacio Natural Protegido de Andalucía, en julio de 1989 a través de la ley 2/1989 por la que se aprueba el Inventario de Andalucía.

Además desde 2002 es Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), y está propuesto como Lugar de Interés Comunitario (LIC).


En este paraje se puede apreciar la fusión entre un sistema natural (río, bosque, sotos de ribera) y otro artificial (embalses colmatados, vegetación palustre), dando lugar una riqueza biológicapotencialmente más alta que la que presentaría cada uno de los sistemas por separado. 
Toda la zona húmeda artificial - con la presencia de vegetación acuática cada vez más importante- se encuentra rodeada de cultivos.


La vegetación palustre de estos pantanos está formada básicamente por eneas y cañas, acompañadas de bayuncos y tarays y en sus riberas se desarrollan principalmente los álamos. La erosión de sus suelos, producida por la irregularidad en las precipitaciones, relieve accidentado, sustrato litológico fácilmente erosionable y manejo de suelo propio de este cultivo, produce grandes pérdidas de suelo, que arrastrado por las aguas rellena y colmata los embalses.La erosión, producida por precipitaciones irregulares, relieve accidentado, sustrato litológico fácilmente erosionable, produce grandes pérdidas de suelo. Este fenómeno, que dio lugar a la existencia de los humedales, sin embargo, actualmente es una de las amenazas más notables a las que se enfrenta este espacio natural. El bajo nivel del agua, favorece el avance de la vegetación, alterando el hábitat de numerosas especies, sobre todo anátidas.



En lo que se refiere a la fauna, existe un abundante y variado grupo de aves acuáticas que se concentra en los embalses del Alto Guadalquivir.

La riqueza biológica se refleja en la variada y numerosa representación de este tipo de aves, entre la que destaca como 

población nidificante el Calamón (Porphyrio porphyrio), el Aguilucho Lagunero(Circus aeruginosus) y la Avoceta Común (Recurvirostra avosetta). 
Además hay presencia de Malvasía Cabeciblanca (Oxyura leucocephala) en invernada y en paso.


Otras especies menos comunes pero que también pueden observarse en este paraje natural son el Ánade real (Anas platyrhynchos), la Cerceta común (Anas crecca), el Pato 


cuchara (Anas clypeata), el Ánade silbón (Anas penelope), el Porrón común (Aythya ferina), el Porrón moñudo (Aythya fuligula), el Ánade friso (Anas strepera), el Ánade rabudo (Anas acuta), la Garza imperial(Ardea purpurea) y la Garza real (Ardea cinerea).



Las reservas naturales de Laguna Honda y Laguna del Chinche, muy cercanas entre sí y localizadas al suroeste de la provincia de Jaén, en el término municipal de Alcaudete, funcionan como enclaves complementarios para el asentamiento de la avifauna de los humedales cordobeses y malagueños.



Reserva Natural Laguna Honda



Fue declarada reserva natural según la Ley 2/89 de 18 de julio, por la que se aprobaba el inventario de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía.
Se localiza al suroeste de la provincia, en la localidad de Alcaudete, concretamente en el paraje de Tumbalagraja y limita con la provincia de Córdoba.

Posee una superficie de 65 hectáreas, así como una zona de protección adicional alrededor de la misma de 220 hectáreas.


Laguna Honda es una zona húmeda, de origen endorreico, que se inunda con las primeras lluvias de otoño y permanece como tal hasta la primavera, con una masa fluvial pequeña, lo que la convierte en una laguna estacional aunque un pequeño arroyo, que procede de la Sierra de Orbes, le aporte caudal hídrico.

Esta laguna posee un alto contenido salino, provocado por los materiales del substrato así como por el lavado de los terrenos adyacentes.

Vegetación
La zona está circundada por terrenos agrícolas de olivares de secano, destacando su vegetación palustre perilagunar de eneas (typha dominguensis), carrizos (phragmites australis) y juncos. 

Una de las variedades vegetales primitivas y que aún se conservan en esta reserva es el taraje.

Fauna

Las principales especies que se asientan en Laguna Honda son vertebradas, siempre con carácter temporal o 
estacional destacando la acuáticas, como la gallineta (gallinula chloropus), fácilmente reconocible ya que emite un fuerte graznido, la focha común (fulica atra), que posee el pico blanco y plumaje negro o el ánade real (anas platyrhnchos), que posee un pico amarillo y es conocido como pato común.



Reserva Natural Laguna del Chinche

Sobre un relieve de suaves perfiles se alza esta laguna de naturaleza endorreica alimentada por la escorrentía superficial. 

El humedal, localizado en el suroeste jiennense, se encuentra rodeado por terrenos agrícolas y olivares. 
Su importancia se incrementa, al igual que en el caso de Laguna Honda, por la escasez de áreas húmedas en la provincia. 


La vegetación natural ha sido transformada y sólo quedan restos de la vegetación perilagunar. 

Las especies más comunes son el carrizo, la espadaña y el taraje. La avifauna de esta reserva natural de 6,5 hectáreas de extensión, como tal, y 39 hectáreas de zona de protección, está relacionada con la de la vecina Laguna del Conde o Salobral en la provincia de Córdoba. 

Rodeada de olivares, cuenta con una escasa vegetación natural de espadañas, juncos y carrizos.

Entre las aves acuáticas, destaca la presencia ocasional de flamencos rosas, cigüeñuelas, ánades real y silbón y patos colorado y cuchara. 
En cuanto a la fauna terrestre, abundan en la zona el conejo y la perdiz roja.





Monumento Natural Quejigo del Amo o del Carbón
El Monumento Natural Quejigo del Amo o del Carbón está situado en el municipio de Valdepeñas de Jaén, en el suroeste de la provincia de Jaén (España), dentro de la comarca de la Sierra Sur y concretamente próximo al pantano del Quiebrajano. 
Este ejemplar de Quercus faginea es representativo de la vegetación autóctona mediterránea, es bastante común en Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura y Murcia. 


La estructura de este ejemplar es el resultado del carboneo al que, con certeza fue sometido años atrás. Esta práctica, tradicional en Andalucía y otras regiones de la península, consistía en la poda de sus ramas para su aprovechamiento como carbón, lo cual se pone de manifiesto al observar el escaso desarrollo de las mismas frente al grosor del tronco.

El quejigo tiene una edad estimada de entre 500 y 1.000 años. Fue declarado Monumento Natural por la Junta de Andalucía en el año 2001. Anteriormente a esta fecha, éste se encontraba protegido bajo la figura de árbol singular, debido a su belleza y grandiosidad y está considerado como uno de los de mayores dimensiones de Andalucía. 


El quejigo es uno de los árboles más representativos de la vegetación mediterránea. A escasos kilómetros del municipio de Valdepeñas de Jaén se encuentra un ejemplar centenario de esta especie, llamado del Amo o del Carbón.
Sus doce metros de perímetro hacen pensar que puede ser uno de los mayores de Andalucía. Sirva de ejemplo el hecho que bajo su sombra se podrían cobijar hasta 200 personas. Alcanzar estas dimensiones es fruto de sus más de 500 años de vida. Esta majestuosa presencia parece que motivó que su dueño repitiera incansablemente que le pertenecía siendo, quizás, este el origen de su nombre.

El hombre también tuvo algo que ver en el aspecto de este Monumento Natural. No es habitual que esta especie de árbol experimente tan acusado crecimiento de su tronco, en contraposición al escaso desarrollo de la copa.

No en vano, a este singular árbol se le conoce también como Quejigo del Carbón, haciendo referencia a su antiguo aprovechamiento. Parece ser que fue objeto de continuas podas con el fin de obtener materia prima con la que producir carbón. Esta intervención provocó su peculiar forma.

Este árbol se halla a unos 1.800 metros de altitud, en un entorno propio de la Sierra Sur de Jaén. 
Su topografía abrupta, junto a un ambiente húmedo, soleado y relativamente fresco, favorece el desarrollo de esta especie de hoja caduca.
De sus ramas es posible observar unas curiosas formas redondeas, conocidas como agallas, que aparecen como respuesta a las sustancias químicas de algunos insectos u hongos. En las inmediaciones abunda una vegetación formada por pinos laricios y carrascos, encinas, acebuches, cerezos y otros frutales.


Cabe destacar, como curiosidad, la alusión a este monumento natural, que hace reflejar la relevancia de este ejemplar, en la obra del escritor Antonio Gala, en su libro El Imposible Olvido:

«Sin salir de Jaén, en Valdepeñas, visité el Quejigo del Carbón, también viejísimo. Está en una finca privada, y tan continuamente decía su dueño que el árbol era suyo, que terminó por llamarse el Quejigo del Amo».




Monumento Natural Los Órganos de Despeñaperros
 Se encuentra en la carretera que desde la autovía de Andalñucía se dirige hacia Ventaquemada. A nueve kilómetros por una estrechísima carretera de montaña, con gran pendiente, se encuentra el centro de visitantes de Los Órganos, construido sobre un viejo aprisco de ganado. Desde allí parte un sendero que accede a la cima del cerro del Castillo, desde el que se se divisa el monumento natural bajo el mirador. Este cerro es un yacimiento arqueológico donde existen restos de presencia de poblaciones íberas. 
El Monumento Natural de Los Órganos es muy extenso, con una superficie de 848.029 m2. Forma parte del municipio de Santa Elena (Jaén)
Declarado Monumento Natural de Andalucía. 
Este Monumento Natural es uno de los lugares más destacados del Desfiladero de Despeñaperros, donde se alzan un conjunto de enormes columnas de roca que se asemejan a los tubos de un órgano de una gran catedral. 
Aumenta la belleza de este paraje el contraste cromático del gris de las rocas con el intenso amarillo y anaranjado de las diferentes especies de líquenes que aquí sobreviven.

Desde el cercano mirador se puede contemplar este monumento, cuyo origen es sorprendente. Hace 500 millones de años toda el área estaba cubierta por el mar, aunque con poca profundidad, por lo que fue rellenándose de arenas y arcillas traídas por los ríos que allí desembocaban desde la meseta ibérica. Fue hace 300 millones de años cuando las fuerzas de la tierra hicieron emerger estas tierras y desde entonces, la erosión del río, las lluvias y el viento han ido esculpiendo el relieve, creando hermosas formas como estos órganos. Sobre estas rocas, encinas, alcornoques y matorral han encontrado su sustrato, formando un bosque mediterráneo en el que habitan ginetas, garduñas y numerosas rapaces.

El Desfiladero de Despeñaperros ha sido lugar de asentamiento de muchas civilizaciones. En este Monumento, el hombre prehistórico dejó un importante legado en forma de pinturas rupestres. Restos de otras civilizaciones, como la Íbera, se pueden contemplar en el Collado de los Jardines. Muy cerca, está la aldea de Tolosa, donde tuvo lugar la conocida como Batalla de las Navas de Tolosa, punto de inflexión en la conquista cristiana sobre el dominio musulmán. También estas tierras fueron escenario de hechos destacados en la Guerra Civil española y de la Independencia frente a los franceses.




Monumento Natural Pinar de Cánavas
Bosquete de pinos carrascos centenarios y de tamaño excepcional, situado en el municipio jiennense de Jimena, dentro del Parque Natural de Sierra Mágina.
Superficie: 52.333 m2

El Pinar de Cánava es un interesante ecosistema forestal que tiene al pino carrasco como protagonista. 
La singularidad de este pinar, de unos 120 ejemplares, se encuentra en su alto grado de naturalidad y, sobre todo, en su longevidad, con pinos de entre 100 y 250 años.

Este pinar presenta un gran valor como recurso educativo, pues ofrece una oportunidad única para comprender las distintas fases de maduración de un bosque. 
Además, puede observarse el aspecto de un pinar en una etapa próxima a la vejez. 


Frente a las típicas formas de pinares jóvenes con troncos rectos y copas cónicas, contrastan los ejemplares retorcidos de este Monumento Natural. 
Sus copas redondeadas, con forma de parasoles, recuerdan a otras especies arbóreas. 
El matorral en este bosque prácticamente ha desaparecido. Este complejo aspecto es el que todo bosque tendría de manera natural, pero la intervención del hombre modifica este proceso, tendiendo hacia una mayor simplicidad.

Al visitar este Monumento Natural se pueden contemplar, desde las tranquilas alturas en que se encuentra, bellas panorámicas de Sierra Mágina, así como de algunos de sus pueblos más cercanos. Jimena es uno de ellos, municipio a escasos dos kilómetros, rodeado de olivares. 
Su aceite presenta una calidad sobradamente conocida y poseedora de numerosos galardones y certificación de origen. 
También destaca su artesanía, propia de coleccionistas, como los soldados de plomo y la cestería que están volviendo a resurgir.




Monumento Natural Huellas de Dinosaurio de Santisteban del Puerto
El parque jurásico de Jaén está en el nordeste de la provincia ya casi en el límite con Ciudad Real, concretamente en el municipio de Santisteban del Puerto. Se trata de un conjunto de 24 huellas de dinosaurios que dan la bienvenida a los viajeros que se acercan hasta el citado municipio jienense.

Las huellas fueron declaradas hace años monumento natural y las dejaron hace unos 230 millones de años bípedos de la familia de los arcosaurios, que probablemente se desplazaban por los campos saltando en el Triásico, en la Era Secundaria. Las señales de pasos de dinosaurios se sitúan a escasos kilómetros del casco urbano y ahora se encuentran protegidas dentro de una especie de cabaña construida para que sólo puedan ser vistas desde el exterior, evitando desgastes innecesarios.

También se levantó junto a las huellas una escultura metálica que muestra a un dinosaurio, pero que no da mucho miedo ni impresiona tanto como las huellas y los animales animados de las películas.


El acceso a las huellas es sencillo, ya que se encuentran justo al lado del margen de la carretera en el paraje conocido como Las Tres Eras. 



Las huellas cuentan con una profundidad media que oscila entre uno y nueve centímetros. 
Además de dinosaurios puede que también dejaran sus huellas en este monumento natural algunos miembros de ñarchosauromorphañ

Los primeros habitantes de estas tierras también legaron un gran conjunto de pinturas rupestres entre las que destacan las de la Cueva del Apolinario, de mediados del VI milenio a. C. Los orígenes de su actual emplazamiento se remontan a la etapa ibérica, en la que según los hallazgos arqueológicos, se levantaba un Oppidum (poblado fortificado). Sobre la importancia de este enclave en época ibero-romana son testimonio los notables tesoros de Perotito (Museo Arqueológico Nacional) y el de la Alameda (Museo Arqueológico Provincial)




Monumento Natural El Piélago
El Piélago, es un paraje de 6 ha, declarado Monumento Natural por la Junta de Andalucía (1 de octubre de 2003) y que se sitúa a caballo entre los municipios de Vilches y Linares.

En este enclave se encuentran interesantes elementos históricos.
 Uno, de relevada importancia, es el puente romano de Vadollano.
 Esta construcción formaba parte de la Vía Augusta, prodigiosa obra de ingeniería civil que conectaba la capital del Imperio, Roma, con Gades, la actual ciudad de Cádiz. 
Este puente hace de frontera entre paisajes bien distintos. Aguas arriba, el Río Guarrizas detiene su corriente embalsándose en apacibles remansos. 
Sin embargo, junto al puente, se dibuja un paisaje agreste en el que el río se encajona en los enormes bloques de granito.
 Aquí, el cauce tiene que salvar una serie de desniveles originando dos pequeñas cascadas. 
Más abajo se vuelven a unir los brazos del río en un profundo remanso. 

El visitante disfrutará de una vegetación de ribera bien conservada, entre la que destaca el fresno, con ejemplares de talla reseñable cuya sombra invita al descanso. Así, junto al continuo murmullo del transcurrir del agua, se pueden divisar en el cielo el vuelo de singulares aves como el milano negro. 





Bosque de la Bañizuela
Tiene apenas dos hectáreas de extensión, pero su riqueza biológica y geológica lo convierte en uno de los principales referentes del ecosistema forestal mediterráneo. El bosque de La Bañizuela, en Torredelcampo (Jaén), 


Su enorme diversidad se manifiesta en la presencia de más de 22 especies de árboles y arbustos y una quincena de setas, así como la antigüedad de algunos de los ejemplares. Se incluye entre ellos un árbol singular, el Arrayán de la Bañizuela.




Quejigos, encinas, cornicabras, coscojas, durillos, jazmines amarillos, clemátides o madreselvas son algunas de las especies que se mezclan en este pulmón verde situado a 800 metros de altitud, en las cercanías del paraje de Santa Ana. Pero este bosque-isla destaca también por su importancia botánica al estar asentado sobre un suelo compuesto de calizas, dolomías y margocalizas pertenecientes al período Jurásico.Tanto estos materiales como la vegetación son propios de climas subhúmedos, y su presencia en climas secos como el de esta parte de la provincia de Jaén resulta muy escasa. De ahí el valor didáctico del enclave, que ha llevado a los departamentos de Botánica de las universidades de Jaén y Granada a realizar estudios periódicos para conocer su biodiversidad.




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